Las escrituras no necesitan ser perfectas

Todos tenemos el deseo de que nuestras creaciones, ya sean dibujos o escritos, sean perfectas. No hay nada de malo en querer que nuestro trabajo se vea estupendo a los ojos de los demás. Sin embargo, el anhelo de la perfección puede terminar convirtiéndose en un obstáculo que nos impide siquiera comenzar. E incluso si logramos empezar, la necesidad constante de modificar nuestra obra puede hacer que nos quedemos estancados.

Es natural que todos seamos torpes al principio de cualquier cosa. Si aceptamos esa realidad, en lugar de obsesionarnos con la perfección, podemos enfocarnos en la satisfacción de lograr algo, paso a paso. Y quién sabe, quizás esa creación que a nuestros ojos se parece a un gato, cuando se presente al mundo, se convierta en un león.

▶ Pregunta: ¿Qué pasaría si no necesitara ser perfecto?

Respuesta: Estaría mucho mejor que ahora.

▶ Imaginamos nuestra primera clase de actuación, nuestro primer relato corto torpemente escrito o nuestro primer dibujo desastroso y pensamos: 'Voy a parecer un tonto'. Esto se debe a que juzgamos nuestros primeros pasos con el mismo criterio que usamos para evaluar las obras maestras de los grandes artistas.

-Julia Cameron, El camino del artista, Kyungdang

▷ Soñar con la perfección nos da la sensación de estar esforzándonos y de que estamos llevando una buena vida. Nos preocupamos, nos culpamos, nos arrepentimos, pero estamos satisfechos de haber vivido de manera diligente. Por eso, las personas que valoran las sensaciones y las emociones tienden a caer con frecuencia en el perfeccionismo.

-Yun Hong-gyun, Resistencia mental, Siglo XXI