Tocan profundamente mi corazón las palabras que escuché recientemente de una amiga.

"Deseo que todos los días sean, en lugar de llevaderos, conmovedores."

Al escuchar esas palabras, sentí que de repente se me encogió el corazón.

Me conmovió profundamente la idea de que cada momento de nuestras vidas puede ser conmovedor.

Mientras anotaba las palabras de mi amiga en mi diario, recordé las palabras del profesor de psicología cognitiva, Kim Kyung-il.

"Es inevitable que sientas miedo, pero es decisión personal armarse de valor."

Todos sentimos miedo. Hay momentos en los que sufrimos un miedo desconocido al comenzar algo nuevo o incluso cuando lo hacemos bien.

Sin embargo, cuando el miedo se convierte en valor, nuestro día cambia de ser llevadero a conmovedor.

Debemos creer en el poder que tiene un pequeño acto de valor para cambiar nuestras vidas hermosamente.

Hacer que la obra de la vida sea conmovedora comienza con mi propia voluntad, con pequeñas acciones y con la fe.

No olvidemos el hecho de que nuestras pequeñas decisiones y acciones en la vida se unen para crear la vida conmovedora que soñamos.

Lo mismo ocurre contigo, que lees este escrito, y conmigo, que lo escribo.

El pequeño acto de valor que llena cada día no de forma llevadera, sino conmovedora, cambia toda la vida.

Todos nosotros podemos completar bellamente la obra de nuestra vida.

Espero sinceramente que todos los momentos que sientan en el transcurso de la vida sean conmovedores.